Christine De Pizan


Nacida en Venecia en el año 1364, Christine de Pizan será una de las voces femeninas más significativas del panorama intelectual europeo del Medioevo. Con cuatro años abandona su ciudad natal, ya que su padre, Tommaso da Pizzano, debe trasladarse a la corte parisina de Carlos V de Valois para ponerse a su servicio en calidad de médico y astrólogo.
 A partir de este momento, Christine disfrutará de una vida cortesana colmada de lujos. Recibe una completa y esmerada educación debido a las amplias posibilidades que le ofrecía vivir en la corte (contará con la enorme Bibliothèque Royale) y especialmente al empeño de su padre, en contraste con la actitud de su madre, que a pesar de ser la hija de un hombre docto, el anatomista Mondino de Luzzi, se opone duramente a la instrucción de su hija en materias que no sean otras que las relacionadas con las tareas domésticas; de hecho, la inflexible postura materna se recoge en la obra cumbre de la autora, La Ciudad de las Damas (1405), donde realiza una fuerte apología de la mujer basándose en numerosos y célebres personajes femeninos de la historia y la mitología. 

Cumplidos los quince años contrae matrimonio con un joven noble, Estienne du Castel, que ocupaba el cargo de notario del rey. Tras una década de feliz matrimonio, Christine enviuda debido a la peste. Con veinticinco años y tres hijos, la joven tendrá que enfrentarse a una difícil situación económica debido a ciertos engaños de los que fue víctima y a las consecuencias evidentes de la muerte de su marido. A estas desgracias se les suma la muerte de su hijo recién nacido. Para solventar su precaria situación y mientras pleitea para recuperar parte del patrimonio perdido, se dedicará profesionalmente a la escritura. Comienza escribiendo baladas de lamentación por la muerte del amado, pero posteriormente se dedicará a temas relacionados con la historia, la política, la condición de la mujer, etc. Este cambio en la temática de sus obras se debe principalmente a una renovación en el ámbito cultural, a un incipiente Humanismo, que despertará el interés de los intelectuales del momento por las disciplinas relacionadas con todo aquello que rodea al ser humano. La mujer y su condición será un argumento tratado ampliamente por la autora italiana en varias de sus obras. Christine será la iniciadora de lo que se conocerá durante el Renacimiento como la Querelle des Femmes, movimiento de defensa de la mujer llevado a cabo por diversas intelectuales del momento y que surge a raíz de su obra Cartas de la Querella del Roman de la Rose (1398-1402) contra la segunda parte de esta obra escrita por Jean de Meun, donde el autor ataca duramente a las mujeres. En 1407 estalla la guerra civil en París entre las facciones armagnac y borgoñona y en 1411 Christine huye de la capital del reino para refugiarse en el convento de Poissy con su hija. Muere en 1430 en su retiro de Poissy, a los sesenta y seis años.

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